El dispositivo transforma tu televisor en un SmartTV en cuestión de minutos.
En el año 2012 me compré una tele. Un LCD de 32 pulgadas que venía a cambiar mi antigua tele de tubo. Mis necesidades eran que tuviera al menos 1 HDMI, 1 USB y entrada A/V para mi Xbox 360.
A medida que pasaba el tiempo el televisor seguía funcionando impecable pero no era un Smart TV. Si quería ver, por ejemplo, Netflix, debía tener encendida si o si mi consola. Lo mismo para otros servicios como Youtube. Estos problemas, claramente del primer mundo, dejaron de existir con Roku.
Smart sin ser Smart.
Al interior de la caja encontramos El stick, un control remoto que nos permitirá prender y apagar la televisión, así como manejar el volumen, 2 pilas AAA, un adaptador de corriente, un cable de alimentación y un USB receptor, que funciona como cargador del stick.
El stick se inserta en la entrada HDMI del televisor, y comienza inmediatamente ajustarse al televisor y una vez está funcionando te pide ingresar tus datos de cuenta, la cual además te permitirá utilizar el dispositivo desde el teléfono.
Luego de unos minutos Roku ya se habrá iniciado y te pedirá ajustar detalles con respecto al volumen y a la calidad de la imagen, la cual será magnificada y optimizada, pero no cambiará la resolución, por ejemplo, a 4K si es que tienes un LCD o un LED. Para ver en HDR o incluso 4K es tu televisor el que tiene que tener estas características.
Ahora bien, si no tienes televisor con HDMI y solo las conexiones Audio Vídeo – sí, esas entradas rojas, amarillas y blancas – Roku tiene un modelo llamado Express el cual funciona incluso en las antiguas televisiones de tubo, siempre y cuando tengan la entrada A/V.
Canales y biblioteca
El control, como se puede apreciar en la foto superior, es bastante básico, destacado 3 canales, Deezer, Estrella TV y Netflix, así como también Google Play, donde se pueden conseguir aplicaciones y canales del catálogo como Claro Video, Youtube, Crunchrroll, los que se pueden sincronizar con las cuentas ya anteriormente creadas en cada uno de ellos, permitiendo continuar viendo el contenido.
Experiencia inalámbrica
Roku se conecta mediante internet a los canales de streaming, por lo que demás está decir que la calidad de lo que veas también depende de tu velocidad de internet. Su conexión al televisor es directa, por lo que evita tener largas extensiones de cables o accesorios adicionales – como mi consola – para poder navegar o ver otros canales.
En solo cuestión de minutos, menos de 5, todo el set up está listo y lo puedes llevar a otras televisiones ya que solo lo conectas a internet y listo, Roku se ajusta a tu televisor y mantiene en la cuenta creada los datos de canales.
En mi caso pase más horas de las debidas poniéndome al día con diferentes series en Netflix y Crunchyroll, donde, si no tienes cuentas, puedes acceder al menú e ingresar tu tarjeta de crédito, la que por supuesto no queda registrada en el dispositivo, solo en la cuenta.
Roku se encuentra disponible en diferentes tiendas y tiene un valor de aproximado de $59.990 en su versión stick+ y de $29.990 en su versión express.