Llegó PES y después de varias horas de juego offline y online creemos que es tiempo de sentarnos a conversar de lo último de Konami.
Desde 1998 que los juegos de futbol son parte de mi colección de videojuegos. No solo me gusta el fútbol como para ir al estadio, gritar por mi equipo, sino que soy de esas personas que ven 2 o 3 veces los análisis, que no se pierde el mundial, ni las clasificatorias ni la copa gato.
Entonces los juegos de futbol no solo tienen que entusiasmarme para jugarlos, cosa que creo que cada vez es más difícil ya que hay muchas alternativas, sino que también me tienen que hacer sentir que estoy disfrutando mi pasión en otro formato.
PES ha tenido más bajos que altos en los últimos años. Lo saben. Lo han tratado de enmendar y, como nos han enseñado, el duro trabajado da frutos y PES 2019 creo que es la respuesta más firme de la compañía hacia donde quieren ir con la franquicia y porque, quienes disfrutamos del fútbol deberíamos jugarlo.
Jugando en serio
Puse el disco del juego en la Xbox One X y enseguida me pidió una actualización de poco cerca de 1 GB. Con esto el juego, que pide 25 GBs mínimos, me entregó una planilla de los jugadores y equipos más o menos actualizada a como está el mercado hoy en día.
Llegó la hora de jugar y lo hice con Francia VS Argentina, donde puse constatar que los jugadores rápidos son en realidad muy rápidos en comparación con otros y que las cancha se sienten eternas.
Las habilidades de los jugadores tambien se sienten más “reales”. Jugar con Mbappe es super distinto que jugar, por ejemplo, con Higuaín. Esto tambien se replica a los equipos que destacan por su juego colectivo por sobre los que tienen grandes individualidades.
Volviendo al control, como siempre, tienes una opción predeterminada y una alternativa y ambas, en especial en tu primer partido, te van contando de forma más o menos invasiva, como puedes jugar, ya sea con pases largo, saques de arco y pos supuesto, goles. En mi caso, necesito que la B sea mi tiro al arco. Me confundo demasiado si el botón es otro.
La pasión en pantalla y PES siendo PES
La versión de PES en Xbox One X viene optimizada para 4K y se nota. Al momento de entrar al estadio los cánticos clásicos se escuchan tan reales que de inmediato pareciera que estamos en le estadio. Si dejamos que comiencen los himnos – en especial al jugar con las selecciones – se notará muy real y esto para mi es un punto a favor de una.
Hay un par de cosas que PES al parecer no puede cambiar: El año pasado mi experiencia online fue nefasta y después de más de 10 días recién pude jugar online. Este año me puse a jugar desde el día 1 y, si bien pude jugar, me demoré demasiado en conseguir un rival. Pensé que era un tema de consola y decidí probar el juego en PS4 y… pasó lo mismo.
En segunda instancia, las licencias… las benditas licencias. Nuevamente quedan al debe. Super bien que PES tenga alianza con ligas Escocesas y Rusas – incluso la chilena o la argentina – pero vamos! Yo quiero jugar con el City o el Real. Se que va más allá de ellos y que avisan desde hace rato, pero yo que veía a Zamorano en Megavisión quiero jugar con el equipo merengue.
Para seguir dándole una oportunidad
NO LES MIENTO. Voy a seguir jugando PES. Voy a tratar de ganar el campeonato con Colo Colo. Difícil que juegue online o que participe en My Club – los juegos online no son lo mio! – tampoco haré carrera como entrenador ni esas vainas.
A mi me gusta tomar el control, escoger un equipo y jugar contra la maquina y creo que en ese sentido este PES supera al anterior, requiere que una sea técnica y finalmente se divierta.
En conclusión y sumando la totalidad de mi experiencia, como fanática del fútbol, este año PES presenta un producto más maduro, con algunos reparos, pero que, raya para la suma, debería dejar contento a los fanáticos de su franquicia y dejar con algo de curiosidad a los jugadores de FIFA.