Después de su paso por Japón, Siria y Siberia, la trilogía que reinició Tomb Raider llega a su fin, llevándola a recorrer los misterios de las culturas latinoamericanas en México y Perú.
3 años han pasado desde el ultimo juego de Lara Croft, quien esta vez, inmediatamente después de los sucesos en Siberia, emprende un viaje a México, durante las celebraciones para el día de los muertos. Es aquí donde ella, durante un prolongado segundo, decide caer en la tentación humana y desata el primero de los desastres de una antigua leyenda.
Después de sobrevivir a la inclemencia de la naturaleza, emprenderá un viaje a las profundidades selváticas de Perú donde la leyenda se hace más real y se verá nuevamente puesta a prueba.
Quizás esa sea la mejor forma de comenzar a describir el tercer acto de la cazadora de tumbas más famosa del mundo de los videojuegos. Sin entrar en spoilers claro.
Desde que tomas al control hasta que ves los créditos finales, hay fácil 30 horas de juego. Un poco más si decidiste querer recolectar todos y cada uno de los misterios de la selva o explorar todas las tumbas y secretos que el juego tienen y que, créeme, no son pocos.
Los temores del pasado se van olvidando
La primera entrega de esta nueva trilogía tuvo varias críticas y la mayoría se centraron en el look adolescente – aka poco sexualizado – del personaje.
En la segunda, quizás uno de los más entretenidos, la crítica ya empezaba a bajar en torno al juego, donde se notaban varios errores no forzados, sobre todo en la historia.
Pues bien, aquí se nota un pulido, no solo en la gráfica de la cual hablaré en un par de párrafos más, sino que también en la historia, dando un cierre correcto y una resolución pensaba en los fanáticos.
Los errores de este tipo de juegos es que suelen caer en lo mismo, saltar correr colgarse, saltar, etc. Si bien la mecánica es más o menos eso, la gente de Crystal Dinamics y Eidos Montreal logró dar con el clavo, realizando tumbas cada vez más difíciles y entretenidas, donde pueden ser en teoría lo mismo, pero que son completamente distintas unas de otras. Eso es para mi, la esencia de Tomb Raider.
Luces andinas
La historia también tiene un sabor distinto. Sabe dónde poner la intriga y el nerviosismo, así como un toque – muy mínimo – de gracia.
Por cierto, para darle un poco más de valor histórico, el juego te permite seleccionar un audio localizado. Si las personas hablan español, ingles o quechua lo harán en ese idioma, dándole un poco más de exactitud al juego.
En el aspecto gráfico, este debe ser uno de los juegos más ambiciosos y bien logrados que me ha tocado jugar. Como pueden ver en la imagen, uno puede modificar si prefiere los FPS elevados o una alta resolución. Yo fui jugando entre ambas y debo confesar que decidí quedarme con los FPS estables, los que realmente se notan y son capaces de mantenerse, al parecer sin problemas, durante las escenas de más acción.
La ambición no solo va de la mano con al gráfica, sino que tambien con el sonido, el cual es extremadamente envolvente. la siente la selva y cuando hay silencio sabes que debes tomar tu arco y flecha.
Son los momentos en la selva donde se aprecia todo el gran esfuerzo que hay detrás de este titulo, uno que viene con nombre propio, donde las comparaciones con Uncharted se vuelven innecesarias y a ratos molestas. Ambos juegos han sabido emprender caminos muy distintos y hoy compararlos es prácticamente una perdida de tiempo.
Shadow of the Tomb Raider cierra una capitulo tremendo en la vida de Lara Croft. La vimos crecer, madurar y enfrentarse a una serie de enemigos, problemas y dilemas.
Más allá de saltar en rapel de roca en roca o de lograr unas escaladas imposibles, este juego pone a Tomb Raider nuevamente en la cima de los videojuegos, un lugar que nunca debió perder.
El juego está disponible desde el 11 de septiembre tanto para PS4 como para Xbox One.
Agradecemos a Xbox Chile por facilitarnos una Xbox One X para poder realizar el review. Copia del juego entregaba por el Publisher.