El fin de semana estuve viendo con mi sobrina She-Ra de Netflix, siendo alguien que vio la serie de Filmation original que los niños de aquellos años veían, pero jamás admitirían muestra que las cosas han avanzado bastante desde entonces he quedado con varias sensaciones.
A pesar de ser una serie de Netflix, los reyes de lo políticamente grotesco, contrario a lo pueda pensarse la serie no tiene ese tufo ideológicamente insufrible, claro que hubo cambios pero eso no afecto a ningún personaje.
Convengamos que la serie original estaba dirigida a un publico mas juvenil, consistía en capítulos auto conclusivos, salvo algunos en que hacia crossover con He-Man, la nueva She-ra está orientado a un público más infantil, en esta serie el guion está muy bien pensado, considerando que es una serie para niños pequeños o al menos ese es el publico objetivo.
En Netflix She-Ra tiene una historia, un trasfondo que justifica las acciones de todos, cada capítulo va conduciendo hacia algo e introduce misterios sutilmente, que son lo que hace interesante una película, inesperadas revelaciones, personajes que están equilibrados en cuanto a poder, nada más aburrido que una serie o película que a la mitad ya sabes cómo va todo, como el clásico esquema (malo pega a bueno-bueno entrena o descubre un poder-bueno pelea con malo-malo masacra a bueno-bueno activa poder-bueno se vuelve híper seco= bueno gana hasta que llega un malo aun mejor y repite ciclo) acá las ganas de hacer spoiler y contar algunas partes de en donde esto se ve magistralmente señalado hace que me de artritis de tanto refrenar mis dedos.
Dilemas y magia.
Personalmente me gusto lo que hicieron con Adora, el diseño del personaje me gusto bastante, gran detalle que adora cuando se transforma en She-Ra es muy distinta y no solo “adora cosplayer de She-Ra”, otro acierto es que a diferencia de la serie original donde She-ra ya está desarrollada, acá es una She-Ra que está en pleno descubrimiento de sus habilidades y poderes, es una She-Ra que aun no desarrolla todo su potencial, tiene dudas, dilemas, tanto morales como personales, un punto notable es que la serie insinúa que antes hubo “otras She-Ra” introduciendo un misterio; a pesar de ser una serie más bien infantil el humor esta finamente introducido, hay muchos chistes internos que conforme avanza la serie sabes a que se refieren con tal o cual cosa o contrapuntos muy al estilo de “dinamita show” logrando el efecto cómico, sin exagerar desvirtuando la trama.
De los personajes secundarios hay mucho que decir, los villanos no son simples monigotes para apalear, tienen un trasfondo que explica sus acciones, sentimientos hacia los demás personajes según el bando, lo más brillante es la moralidad que se trasfigura en la serie, ser antagonista de She-Ra y sus amigos no significa ser malvados de por si, y ser del otro bando no garantiza que seas “bueno”, que es como la vida real se presenta, Catra es el personaje quedo mejor que el original, esa relación amor/odio/celos/ casi de hermandad con Adora es simplemente una genialidad, Hordak como supremo villano me parece simplemente esplendido, dirige su imperio como si fuera un gerente de empresa.
Muy recomendada para quienes vieron la original y para quienes no.