From Software nos trae la tercera entrega de Dark Souls, un título que hoy, tiene a sus seguidores sufriendo en internet debido a la dificultad del mismo y que, aquí en Fan Viña no quedamos ajenos al dolor y a la frustración de ver a nuestro personaje morir, muchas veces, antes del primer gran jefe.
Sangre sudor y lagrimas
No fue fácil escribir este review. Si antes, me
había costado hacerlo porque el juego no estaba completo – cof cof Street Fighter – con Dark Souls III la dificultad fue el factor ya que el título es difícil, lo cual SE AGRADECE, más aún cuando el estándar de la industria hoy en día es la facilidad de las entregas, títulos que toman años – y años – en ser desarrollados y que fácilmente podemos terminar en dificultad normal o difícil en cuestión de horas.
Desde ya te advierto, en Dark Souls morirás MUCHAS veces. Muchas. Por lo mismo, la primera gran recomendación es luchar y recoger todo lo que puedas ya que más de algo puede servirnos en el camino.
Es peligroso ir solo
El juego comienza cuando tú debes escoger a un personaje – sí, igual que en un juego de ROL – y su raza. Por ejemplo, un ladrón rápido, un hechicero, un asesino, etc. Al mismo debes nombrar y equipar para luego empezar tu viaje por el reino de Lothric. Los primeros 5 minutos del juego son muy simples, caminas, pruebas la jugabilidad básica y te enfrentas a soldados que con un simple ataque puedes derrotar. Todo cambia al cabo de un par de minutos. Aparece tu primer gran dolor de cabeza, 3 veces más fuerte que tú, por lo que en ese momento debes sacar toda tu expertis en juegos de pelea/estrategia. No será fácil, pero lo que viene es aún peor.
El título, disponible en PS4, PC y Xbox One – donde lo probamos – es un verdadero mundo abierto, los limites son muy escasos y el orden de las acciones no altera el producto final, solo la cantidad de veces que vas a morir en la pantalla.
No hay límites para el llanto ni la alegría
No es tan cierto que la gracia es la dificultad. Aquí hay una historia, un crecimiento del personaje y de ti como jugador y que resulta atractivo para quienes siguen la saga de Souls como para quienes deciden comenzar por esta entrega final de Hidetaka Miyazaki, su director.
La experiencia visual puede no ser la más alta del mercado comparado con otros títulos AAA, las zonas oscuras o algunos matices pueden verse no de forma óptima, pero esto está lejos de ser un problema. Quizás el mejor ejemplo, si es que aún no han jugado Dark Souls III es Bloodborne, título que no sacaba el máximo potencia de PS4, pero que si era capaz de entregarnos una experiencia atractiva que nos sumergió en lo que el estudio pretendía. Pero volviendo a Dark Souls, el trabajo en lo técnico se impulsa desde el motor del Bloodborne, corriendo en PC a 2560 x 1440 a 60 fps estables y a tope en la One, entregando óptimos reflejos, nieblas y ambientación en general.
Justo y necesario
Dark Souls III no es in título simplón. Es un juego que te hará pasar horas y horas luchando quizás contra el mismo enemigo y en donde deberás replantar tus decisiones de combate. Tampoco es imposible de jugar. Hace no mucho salió un video donde un jugador derroto de un golpe a uno de los jefes, por lo que la invitación es a jugarlo, disfrutarlo, quizás llorar un poco y volver a enfrentar al enemigo.