Han pasado más de 5 años y por fin pudimos sumergirnos en la tan esperada continuación de Hellblade para continuar el viaje de Senua donde, manteniendo la tónica anterior, la lentitud – en el mejor sentido de la palabra – realza la narrativa.
A diferencia de juegos más frenéticos como podría por ejemplo un Bayonetta, Hellblade II se centra en una experiencia profunda y contemplativa. La historia se desarrolla de manera pausada, con una narración donde hasta seis voces pueden interactuar simultáneamente: las que Senua escucha, los personajes que encuentra, lo que ocurre en pantalla y las impresiones que nosotros mismos vamos generando. Este enfoque crea una atmósfera rica y compleja, ideal para quienes buscan una experiencia de juego más introspectiva.
El poder de la narración
Ninja Theory es el equipo de desarrollo detrás de la saga y, en lo personal, creo que han demostrado que es posible contar una historia poderosa sin depender de la acción exagerada. Aunque el combate puede parecer básico para algunos, la verdadera joya del juego, y sin miedo a sonar repetitiva, reside en su narrativa, los diálogos y los misterios que envuelven este relato nórdico.
Otro aspecto no menor es el aspecto sonoro del juego, donde la banda sonora y la musicalización del juego nos va a permitir conseguir la inmersión máxima del juego.
Detalles y jugabilidad
Hellblade II no es un juego de mundo abierto. Es una experiencia lineal con una dirección clara, aunque hay ciertas áreas que requieren exploración y resolución de puzzles. Estos puzzles, que aumentan en complejidad, son intuitivos y nunca imposibles de resolver, utilizando mecánicas de enfoque que permiten ver cambios en el entorno, lo cual es especialmente fascinante en el mundo espejo que presenta el juego.
Ahora, como alguien que tiene muchas horas en estos juegos, este enfoque lineal puede ser un poco frustrante, pero la historia y la atmósfera compensan con creces cualquier limitación en este aspecto. La falta de tutoriales o guías puede aumentar la sensación de dificultad, pero también contribuye a la autenticidad y el desafío del juego.
Uno de los aspectos más interesantes de Hellblade II es cómo integra elementos de luz y oscuridad, fuego y sombra, en la narrativa y los puzzles. Esta dualidad añade una capa extra de profundidad y decisión al juego, atrapando al jugador en una historia donde cada elección cuenta.
Aunque Hellblade II puede no ser un título que venda consolas por sí solo, definitivamente enriquece el catálogo disponible, ofreciendo una experiencia única y memorable. Si eres fanático de la mitología nórdica, encontrarás muchos elementos fascinantes y bien integrados en la historia, aunque no siempre históricamente precisos, lo que aumenta la sensación de descubrimiento y fascinación.
Entonces?
En resumen, Hellblade II: Senua’s Saga es una apuesta valiente y cautivadora que vale la pena explorar. Aunque puede ser desafiante para quienes no jugaron la primera entrega, su rica narrativa y diseño envolvente lo convierten en un título imperdible para los amantes de las historias profundas y bien contadas.
El juego ya está disponible tanto para PC como para Xbox Series X|S, donde si tienes Game Pass ya puedes descargarlo.