Playstation una vez más hizo viajar al Japón antiguo, donde, previo a la Restauración Meiji, deberemos explorar un mundo abierto entre espadas y sakuras.
No es novedad que el mundo japonés es parte de nuestro core. Este sitio nace de la mano de las convenciones de animé y por consecuencia su cultura más allá del manga. Por lo que un juego que grita desde su portada “cultura historia japonesa” es un must para nuestras consolas y así pasó con Rise of the Ronin.
Y no hay otro Ronin que se venga a nuestra mente – y la de probablemente el 90% de los otakus que jugaron este juego – que Batusai Himura, por lo que a la hora de crear el personaje tratamos de hacer el modelo más parecido. Porque si, nuestra primera misión en este juego es diseñar el personaje que nos acompañará. Una estrategia que seguramente Team Ninja usó para diferenciarse de Ghost of Tsushima donde el personaje y la trama se situaba en un punto histórico determinado.
Un viaje al pasado
Quizás la existencia de Tsushima le juega un poco en contra a Ronin. A nadie le gustan las comparaciones pero todos las hacemos y aquí no fue la excepción, en especial cuando el juego, que salió en PS4 inicialmente, se siente un poco mejor logrado que este último, pero no por eso es un juego que deberías dejar pasar. Muy por el contrario.
Una vez tenemos nuestro personaje armado, lo siguiente es decidir nuestro estilo de combate ya que esto nos va a llevar por un camino único entre katanas, sables y lanzas, con movimientos específicos y que serán muy diferentes al de otros jugadores ya que la personalización fue un tema que se tomaron muy a pecho los desarrolladores.
Obviamente el tema de la energía y el ki están presentes y a medida que la curva del juego avance iremos dominando sus oportunidades y los desafíos que aparecen. En mi experiencia esto está muy bien logrado ya que la memoria muscular de los juegos anterior como que se refrescara de estímulos positivos y en cuestión de combates ya estás siendo uno con el personaje.
Recorriendo
El mundo abierto de “Rise of the Ronin” está ricamente detallado, dividido en tres mapas que se abren a medida que avanzamos en la historia que, según nuestras decisiones irá cambiando. Nos tocará recorrer desde Yokohama hasta Kioto, cada región ofrece una variedad de actividades, desde despejar áreas de bandidos hasta descubrir santuarios y tesoros ocultos. La exploración es una parte integral del juego, y pasarás horas, no solo tomando fotos, sino que también descubriendo los secretos de cada lugar.
¿Entonces?
En conclusión, “Rise of the Ronin” logra durante muy buenos ratos transportarnos al Japón medieval y una vez dejamos de compararlo con juegos similares, nos logra cautivar complemente.
Si bien siento que no saca todo el potencial de PS5, creo que se justifica gracias al trabajo narrativo que hay detrás. Crear escenarios diferentes que cambian según tus interacciones no es n trabajo fácil y requiere un desarrollo de personae y de guión superior.
Rise of the Ronin ns da la posibilidad de forjar nuestro pasado para defender nuestre presente.