La raza humana ya domina el fuego, vive en asentamientos, donde se diferencia de otras tribus por sus ropas. La glaciación comienza a desaparecer y los valles verdes dejan entre ver una fauna salvaje.
Así comienza Far Cry Primal, el nuevo juego de Ubisoft que tuvimos la posibilidad de probar en nuestra Xbox One.
Las tierras cálidas del sur
Estamos en algún punto de Europa durante el año 10.000 AC y la tierra que conocemos está dominada por 3 tribus: Los Izila que dominan el fuego, los Udam que han debido luchar contra el frio, haciéndose caníbales para sobrevivir mientas festinan con los cadáveres de sus víctimas y los Wenja, quienes son guiados por los espíritus y no quieren tener parte en los conflictos… pero se ven envueltos en una batalla sin piedad donde los más fuertes sobrevivirán de la mano del protegido de los espíritus, Takkar, quien será el protagonista y a quien tengamos que llevar a cumplir misiones a lo largo del extenso mapa, el cual ha estado en el ojo del huracán ya que es idéntico al de la entrega anterior.
Aprende, caza y domina
Los paisajes son muy atractivos como brutales. Si no hemos logrado ciertas quest, el frio será nuestra perdición. Lo mismo que las armas ya que en la época antigua no existían las espadas ni mucho menos los francotiradores. El arco y la lanza fueron fieles en cada rincón del cuestionado mapa. Cuestionado por qué es idéntico a la anterior entrega de la saga, con diferencias muy mínimas en lo macro, pero que debido al guion no se notan, lo que al final creo que es lo que debe predominar.
La música y los efectos de sonido del juego con de otro nivel. Tanto así que mi perrita – Kara – se asustaba cada vez que me tocaba enfrentarme a las bestias del juego, las que gracias a tu chaman – y a un enfrentamiento que te va a matar varias veces – puedes dominar. Los sonidos de cada animal están muy bien logrados y es capaz de envolverte de sobremanera. Cada movimiento tiene un sonido propio, desde las serpientes escondidas entre los arbustos o la noche que da espacio a las criaturas nocturnas.
No hay lugar para débiles.
El título de buenas a primera nos deja ese sabor de los juegos buenos, no sé si será mi fascinación con la historia, pero el plot y la ubicación temporal del título hicieron que desde el primer segundo me costara mucho soltar el control. La jugabilidad es básica, pero no por eso más difícil. Tu Takkar, debes cumplir una serie de quest, mientras tratas de lograrlas, iras descubriendo el mapa, y con esto nuevos desafíos que se desprenden de la línea original: El enfrentamiento de los Wenja con los Udam y Izila.
Cada una de las quest te va a entregar experiencia, por lo que a medida que avanzas deberás levelear a Takkar. Esto no solo aplica para Takkar, sino que también para la aldea y los personajes principales que iremos conociendo, por lo que es primordial ir recolectando todo lo que podamos, algo que ya hemos visto en juegos de este tipo y que, si bien se vuelve a ratos monótono, el entorno lo hace más llevadero, pero, aun así, puede ser la piedra de tope de quienes no disfruten estos títulos.
Fan Cray Primal es una visión distinta de algo que hemos visto y jugado desde hace mucho tiempo. Kudos a Ubisoft por atreverse a sacar las armas y el sentido futurista de los juegos, para mí, ha sido una de las sorpresas de este primer semestre, un juego completo con una historia atractiva, que te atrapa de buena forma. Llevo cerca de 30 horas y si bien ya finalicé la historia principal sigo explorando el mapa, aunque en realidad estoy buscando bugs, los que hasta el momento han sido mínimos (creo que 3, no más), así que nuevamente, Kudos Ubisoft.
